domingo, 13 de diciembre de 2009
Lluvia De Hamburguesas
Flint es un inventor compulsivo, acostumbrado a recibir las burlas de su entorno y la incomprensión de su padre, antes y después del fallecimiento de su mamá, la única que empatizó con él. La historia se desarrolla en una isla del Atlántico donde sólo se producen sardinas. Pero, ¿y si se pudieran fabricar hamburguesas, pizzas y bistecs? Flint lo intenta y algo sale distinto de cómo se planeó: los alimentos empiezan a caer del cielo, para asombro de los habitantes de la isla, cuyo infame alcalde quiere convertirla en centro turístico a cualquier precio. Distinta, sin duda, la película explora en su propia extrañeza por la vía de enfatizar en el chistecillo corto, en la minucia absurda, en el gesto que descoloca. Como para maquillar las pautas de buena conducta alimentaria.
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